En medio de una serie de resoluciones para recortar la cantidad de agentes en el Congreso, la Cámara alta puso fin al vínculo laboral que mantenía con la exsenadora (de 2007 a 2013) Elena Corregido. Al finalizar su mandato, hace 11 años, continuó como personal de la planta política y luego como temporaria con la categoría más alta, la A-1.

Una resolución administrativa de la Cámara definió que Corregido deje su banca y sea contratada hasta el 10 de diciembre de 2015, para luego ser designada en la planta temporaria a las órdenes de la senadora -sanjuanina Marina- Riofrío.

En el texto en cuestión además se aseguró que, si bien la ley del empleado legislativo -24.600- prevé la baja del personal temporario al irse quien haya propuesto su designación, Corregido "fue afectada a la Prosecretaría Administrativa" por una disposición de Recursos Humanos en 2018 y que prestó servicios en la comisión de Coparticipación Federal de Impuestos.

El 27 de junio pasado fue intimada, por 30 días, para que iniciara su trámite jubilatorio y ella presentó una certificación de servicios en su distrito, aunque no lo hizo con la constancia de turno de la Anses que se suele requerir para iniciar estos expedientes.

Otro punto considerado por la Cámara alta es que la ley 24.600 define los conceptos de planta permanente y temporaria. En esa línea, remarca que el primer grupo goza de los derechos a la estabilidad en el empleo y el progreso en la carrera administrativa y no así el segundo lote, que son contratados -en un escenario ideal- para cumplir funciones a las órdenes de un legislador nacional, un bloque partidario o funciones de asesoramiento político en una comisión.

Después de la enumeración de argumentos, las autoridades del Senado concluyeron que Corregido no cumplió los 10 años de servicio y, por ende, no sólo no le correspondía percibir el pago por servicios cumplidos estipulado en la Resolución Conjunta 11/12, sino también la baja como agente. Es lo que dejaron en claro los artículos 1 y 2 de la resolución administrativa 1070/24, del último 9 de octubre.

A fin del mes pasado, la presidente del Senado Victoria Villarruel mantuvo una reunión clave con los principales sindicatos del Congreso, ante un combo de decretos que derivó en 56 despidos. Tras la cumbre, que desde ambos sectores calificaron de "buena y cordial", quedó la promesa de revisar algún caso con diferencias de interpretación, según la visión oficialista o gremial.