En el transcurso de los años, la fecha del 18 de enero se ha convertido en un día de reflexión y homenaje en la memoria de Edmundo Rivero, el talentoso guitarrista y cantante conocido cariñosamente como "El Feo". Hoy, se conmemora otro aniversario de su partida, recordando no solo su contribución invaluable al mundo del tango, sino también su papel fundamental en la creación de un ícono tanguero que perdura: "El Viejo Almacén".
Nacido el 8 de junio de 1911 en Valentín Alsina y criado en Saavedra, inició su travesía en el tango de la mano de José de Caro en 1935. Su carrera se elevó al trabajar con maestros destacados como Horacio Salgán y Aníbal Troilo, con quien grabó tangos eternos como "Sur", "El último organito", "La viajera perdida" y "Yo te bendigo".
En la década de 1950, Rivero emprendió una carrera en solitario, también dejando su marca en la escena cinematográfica. No obstante, su legado no se limita a sus logros musicales. Al pasear por San Telmo, quedó cautivado por la esquina de Balcarce e Independencia, donde decidiría fundar "El Viejo Almacén" el 9 de mayo de 1969.
El nombre del establecimiento no fue elegido al azar. Inspirado por los versos de "Sentimiento Gaucho" de Juan Caruso y Francisco y Rafael Canaro, que narran la historia de un viejo almacén en el Paseo Colón, el artista buscó rendir homenaje a las raíces del tango y a esos lugares que encapsulan la esencia de este género musical.
"El Viejo Almacén" se erigió como un bastión del tango, ofreciendo a los porteños y visitantes de Buenos Aires un lugar donde experimentar el auténtico espíritu tanguero. Aunque Rivero falleció el 18 de enero de 1986, su legado musical y su contribución a la preservación del tango siguen vibrando en cada rincón de este icónico establecimiento.
Después de la muerte del cantante, "El Viejo Almacén" enfrentó desafíos económicos que resultaron en su cierre por quiebra. Sin embargo, en el décimo aniversario de la partida de "El Feo", el lugar renació gracias a la iniciativa de Luis Veiga, en ese entonces presidente de Argentinos Juniors. Aunque no ha recuperado por completo su esplendor, "El Viejo Almacén" sigue siendo un testimonio vivo del legado de Edmundo Rivero y un espacio donde el encanto único del tango se mantiene intacto.