En la actualidad, el teléfono móvil se ha convertido en algo inseparable de los adolescentes, llegando incluso a ser comparado con un apéndice. La mayoría de los jóvenes no conciben su vida sin este dispositivo, lo que ha llevado a especialistas a comparar su uso excesivo con una adicción similar a la de las drogas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este fenómeno es parte de un "uso problemático" que incluye internet y redes sociales.
La psiquiatra infanto-juvenil Andrea Abadi explica que los adolescentes experimentan una fuerte necesidad de conexión social, que antes se canalizaba a través de interacciones presenciales. Hoy, el celular es el principal medio para mantenerse conectados con amigos y acceder a información en tiempo real. Abadi advierte que "muchos adolescentes vinculan su sentido de pertenencia a los 'me gusta' y visualizaciones, lo que genera un impacto directo en su autoestima". La constante búsqueda de validación externa refuerza una relación poco saludable con el dispositivo.
¿Adicción o uso problemático?
Silvina Pedrouzo, pediatra y experta en tecnología, señala que el uso problemático se manifiesta cuando el comportamiento no puede ser controlado y afecta negativamente la salud física, psíquica y social. Aunque no todos los adolescentes desarrollan adicción, el fenómeno de la "adicción" al móvil progresa cuando el tiempo dedicado a las actividades online comienza a dominar otras áreas importantes de la vida.
La exposición continua a estímulos digitales provoca la liberación de dopamina, un neurotransmisor que refuerza la conducta placentera. Esto puede crear un ciclo de uso compulsivo, similar a la dependencia de sustancias, como explica el psicólogo Matías Dalla Fontana.
¿La abstinencia del celular es real?
Diversos estudios coinciden en que los adolescentes experimentan síntomas de abstinencia cuando se les priva de sus dispositivos. Los efectos incluyen ansiedad, irritabilidad e incluso "deseo" de reconectar, generando una sensación de vacío. Abadi señala que la liberación de dopamina que se produce al recibir notificaciones o mensajes es comparable a los sistemas de recompensa activados por sustancias adictivas.
Además, según Dalla Fontana, las consecuencias se reflejan en la falta de atención, problemas de sueño y desmotivación, síntomas que las familias suelen observar de manera inmediata.
Cómo fomentar un uso saludable del celular
Los especialistas coinciden en que los padres juegan un rol fundamental en la regulación del tiempo frente a las pantallas. Establecer horarios claros, promover actividades libres de tecnología y fomentar la interacción cara a cara son estrategias recomendadas para prevenir la dependencia. También es importante mantener un diálogo abierto sobre los riesgos del uso excesivo y servir como modelos de comportamiento saludable.
La clave radica en encontrar un equilibrio entre el mundo digital y la vida offline, ayudando a los adolescentes a desarrollar habilidades que les permitan gestionar sus emociones y relaciones de manera más saludable.