La depresión es un trastorno emocional que afecta a más de 280 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ante el creciente número de casos, investigadores del King’s College de Londres han desarrollado una nueva terapia de estimulación cerebral que puede autoadministrarse en el hogar. Este tratamiento podría ser una alternativa efectiva para quienes no encuentran alivio con medicamentos ni psicoterapia.
Recientemente, un ensayo clínico a distancia reveló que las personas con depresión mayor que utilizaron esta terapia de forma autoadministrada experimentaron mejoras significativas en sus síntomas. La terapia, conocida como estimulación transcraneal con corriente directa (tDCS), utiliza un dispositivo similar a un gorro de natación que aplica una corriente eléctrica débil e indolora al cerebro.
Los resultados del ensayo, publicados en la revista Nature Medicine, mostraron que los pacientes que recibieron el tratamiento durante 10 semanas tenían casi el doble de probabilidades de ver su depresión entrar en remisión en comparación con un grupo de control que utilizó un dispositivo sin corriente. La tasa de remisión en el grupo de estimulación fue del 44,9%, frente al 21,8% en el grupo inactivo.
Cynthia Fu, profesora de neurociencia afectiva y psicoterapia en el King’s College y autora principal del estudio, indicó que esta terapia podría ser un tratamiento de primera línea para la depresión, especialmente para quienes no han respondido a la medicación tradicional o no desean realizar psicoterapia.
La tDCS se enfoca en la corteza prefrontal dorsolateral, una área del cerebro asociada con la regulación del estado de ánimo. El procedimiento involucra la aplicación de una corriente débil a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo, facilitando así la activación de las neuronas en esta región.
En el ensayo participaron 174 adultos diagnosticados con trastorno depresivo mayor, quienes fueron capacitados para usar el dispositivo en casa. Los resultados mostraron que aquellos que recibieron la estimulación activa experimentaron una reducción en las puntuaciones de depresión, mientras que el grupo de control mostró mejoras más modestas.
Aunque los resultados son prometedores, los investigadores advierten que la tDCS no es una solución universal, ya que estudios anteriores han sugerido que no funciona para todos. La comunidad científica enfatiza la importancia de seguir investigando el potencial de la tDCS como tratamiento para la depresión y buscar maneras de personalizar su aplicación a cada paciente.