Tres talentosas escultoras dejan una marca indeleble en el paisaje urbano de la Ciudad

9 de junio 2024, 17:05hs

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En el corazón de Resistencia, tres talentosas escultoras están dejando una marca indeleble en el paisaje urbano de la ciudad. En el capítulo 8 de la serie de videos titulada "Escultoras chaqueñas", producido por Medios y Estrategias en colaboración con la Fundación Contexto Litoral, Mimo Eidman, Adriana Oplanich y Gabriela Farías Nicchi compartieron sus historias y la pasión que las impulsa a esculpir. Este episodio se enmarca en la cuenta regresiva hacia la Bienal 2024, un evento que promete reafirmar la identidad de la ciudad como la capital nacional de las esculturas.

Resistencia se distingue como un museo a cielo abierto. La ciudad no solo refleja los contrastes de la globalización, sino que también se enorgullece de una identidad única forjada por su comunidad. Las esculturas que adornan sus espacios públicos narran historias de su gente y su cultura, convirtiéndola en un referente cultural vibrante.

Mimo Eidman, arquitecta y escultora, contó cómo su vida cambió al conocer a Fabriciano Gómez, el renombrado escultor chaqueño. Aunque estudió arquitectura para cumplir con las expectativas de sus padres, su verdadera pasión siempre estuvo en la escultura. El escultor fue quien vio su potencial y la alentó a explorar este arte.

"Yo en mis momentos de alejarme del problema en el que estaba trabajando, hacía algunas cositas con goma de borrar y migas de pan. Fabriciano vio esas cosas y me decía: 'Ánimo, esto tiene escala monumental'. Cuando finalmente visité su taller, fue el gran deslumbramiento", recordó. A partir de ese momento, la escultura comenzó a ocupar un lugar preponderante en su vida.

Mimo Eidman.

Gabriela Farías Nicchi narró su transición de estudiar profesorado de historia a dedicarse a las artes plásticas. Influenciada por el ambiente musical de su familia y motivada por la Bienal de 1988, encontró su verdadera vocación en el arte.

"En la secundaria, cuando empezó la Bienal, tuve mi primer contacto con las artes plásticas en general. Decidí dejar la historia y empezar con las artes visuales en la UNNE", comentó. Su pasión por la escultura se consolidó cuando comenzó a trabajar con madera en el taller de Humberto Gómez Lollo.

Adriana Oplanich, oriunda de Barranqueras, rememoró cómo sus primeras experiencias en la escuela primaria y en la Escuela de Bellas Artes la llevaron a enamorarse de la escultura. Inspirada por su maestro Luis Díaz Córdoba, encontró su camino en el arte tridimensional.

"Cuando era niña, mi madre me envió a la Escuela de Bellas Artes. Ahí comenzó toda esta magia del volumen y la tridimensión", mencionó. Hoy, como docente y escultora, sigue transmitiendo su pasión a sus alumnos, recordando siempre el impacto de sus primeros maestros.

Adriana Oplanich.

Para estas tres mujeres, la escultura no es solo una forma de arte, sino una expresión profunda de sus experiencias y emociones. "Mis esculturas son como hijos, las vivo, las pienso. Me permiten expresarme y descubrir en qué estado estoy", reflexionó Eidman. La ciudad de Resistencia, con sus 640 esculturas en espacios públicos, se ha convertido en un testimonio del talento y la dedicación de sus artistas locales. "Caminar por esta ciudad es sumamente motivador. Observo las obras y siento orgullo de nuestra ciudad", expresó Oplanich.

Con la cuenta regresiva hacia la Bienal 2024 en marcha, las historias de estas escultoras chaqueñas inspiran a la comunidad a seguir nutriendo el alma artística de Resistencia. Su dedicación y pasión aseguran que la ciudad continuará destacándose como un epicentro cultural y un verdadero museo a cielo abierto, honrando el legado de Fabriciano Gómez y reafirmando su lugar en el mapa mundial del arte.

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