Tato Bores: la vigencia de una Argentina tristemente igual en los ojos del actor cómico de la Nación

11 de enero 2020, 9:13hs

Pensar que la Argentina actual encaja a la perfección con aquél país que Tato retrataba a través del humor en su programa, invitan a pensar (en principio) dos cosas. Primero, y de lo que no hay duda, es que Tato Bores supo interpretar la realidad local independientemente del momento político que le tocara atravesar. Segundo, que los problemas y preocupaciones, siguen siendo los mismos que hace tres décadas.

Tato nos hablaba a nosotros, la cámara se encendía y él la miraba fijo, como si en ese punto rojo estuvieran todos los argentinos. Y es que de alguna manera era así, nadie se perdía el gran programa de humor de la televisión argentina.

Hablaba rápido, tenía un humor ácido y una capacidad como ningún otro humorista de leer la realidad argentina. Estuvo al aire durante más de 30 años, fue dueño de los domingos a la noche en la pantalla chica y es recordado como "el actor cómico de la Nación".

Mauricio Borensztein, Tato Bores para todos, murió el 11 de enero de 1996. Hace 27 años, en 1993, realizó el último monólogo para televisión en su programa Good Show, sin embargo, todo ese contenido (incluso el de sus primeros años) sigue teniendo la misma vigencia que cuando fueron emitidos.

Ganó 12 premios Martín Fierro, pero nunca logró llevarse el de oro. Su ciclo fue mutando de nombre y de canal, pero la esencia era la misma. Además de humorista, fue actor de cine y teatro. En sus programas estuvo acompañado por Roberto Carnaghi, y entre sus libretistas se destacaban figuras como Landrú, Adolfo Castelo, Pedro Saborido, y sus hijos: Alejandro y Sebastián.

La mejor manera de recordarlo es reviviendo esos momentos de la coyuntura política, económica y social que pasaron por el ojo crítico del gran "actor cómico de la Nación".

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