Un reciente estudio de la Sociedad Americana de Fisiología reveló que tan solo 10 minutos de bicicleta fija pueden ser tan efectivos como un entrenamiento intenso, desafiando la creencia común sobre el tiempo necesario para mejorar la salud física. El estudio demostró que este breve entrenamiento aporta grandes beneficios para la salud.
El estudio consistió en realizar sprints (carreras de velocidad) de 4 segundos en bicicleta fija, seguidos de descansos de 15 a 30 segundos, durante 10 minutos. Este protocolo, repetido tres veces por semana, produjo resultados sorprendentes en los participantes después de ocho semanas.
Los científicos observaron que los participantes experimentaron una mejora en la capacidad pulmonar, un aumento en la resistencia aeróbica y anaeróbica (implicando un incremento en la fuerza muscular) y un aumento en el flujo sanguíneo total.
Para incorporar la bicicleta fija en la rutina semanal, se recomienda establecer un horario fijo, preparar un espacio adecuado, calentar antes de empezar, seguir la rutina de sprints y escuchar al cuerpo, tomando descansos adicionales si es necesario.
Es fundamental realizar chequeos médicos antes de comenzar cualquier programa de entrenamiento.