El consumo de noticias en Argentina atraviesa un cambio histórico: casi dos de cada tres argentinos (64,8%) se informa principalmente a través de plataformas digitales, dejando atrás los medios tradicionales. Este informe de "Medios de Comunicación y Noticias en Argentina" de Zuban & Córdoba y Good Publics, revela una reconfiguración completa del terreno donde se moldea la conversación nacional. Solo el 34,3% de los ciudadanos opta todavía por medios tradicionales.
El declive de la televisión como ordenador de la agenda es innegable: una mayoría contundente del 60,1% de los argentinos ahora se entera de las noticias primero en redes sociales, dejando a los noticieros tradicionales en un rol reactivo. Este hábito se enmarca en un contexto de uso intensivo: Argentina es uno de los países que más tiempo dedica a las redes sociales, con un promedio de 11 horas y 15 minutos por semana.
La preferencia por lo digital es masiva y transversal, aunque la brecha generacional muestra la velocidad del cambio. Entre los jóvenes de 16 a 30 años, la preferencia es casi unánime, con un 93,3% eligiendo los medios digitales. Este dominio encuentra su epicentro en plataformas específicas, siendo Instagram (22,8%), Facebook (22,4%) y YouTube (21,2%) las líderes para el consumo de información política en el país.
Las redes sociales han dejado de ser un anexo para convertirse en el "espacio central donde se construye, disputa y ejerce el poder". La competencia por el rating televisivo fue reemplazada por "la pelea por el feed", una batalla constante por capturar la atención del usuario. Este ecosistema fomenta la alta segmentación y "microesferas públicas", generando polarización: los votantes libertarios concentran su consumo en Instagram y Facebook, mientras que quienes se identifican con el peronismo se inclinan más hacia YouTube.
Frente a esta "economía de la atención", los medios se ven obligados a repensar su estructura para garantizar la supervivencia. Muchos se están transformando en "hubs digitales y microestudios" optimizados para generar cientos de piezas de contenido diarias y distribuirlas a gran velocidad. A esto se suma el desafío disruptivo de la inteligencia artificial generativa (IA) como ChatGPT y Gemini, que actúan como nuevas puertas de entrada a la información. El impacto de los resúmenes automáticos es tangible, registrando caídas de tráfico de hasta el 80% para ciertas búsquedas en la industria.





