El cáncer de cuello uterino es el segundo tumor ginecológico más mortal en Argentina, a pesar de ser prevenible . La falta de información y las dificultades en el acceso a controles y métodos de detección favorecen su desarrollo, según especialistas. La vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) y los controles ginecológicos son clave para reducir su incidencia.
Cada año, en Argentina se diagnostican alrededor de 4.700 nuevos casos y se registran 2.200 muertes por esta enfermedad. Su impacto es desigual según la región: las tasas de mortalidad más altas se encuentran en Formosa, Misiones y Chaco , mientras que las más bajas se observan en Ciudad de Buenos Aires, Tierra del Fuego y Santa Cruz.
El principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de cuello uterino es la infección persistente por el VPH, en particular los subtipos 16 y 18, responsables del 70% de los casos . Sin embargo, la desinformación sigue siendo un obstáculo para la prevención. La oncóloga Ana Laura Mendaña señala que "la educación sexual integral es clave para fomentar la prevención y los controles periódicos" . Además, destaca que la infección por VPH es común, pero solo un pequeño porcentaje de mujeres desarrollará la enfermedad si no se realizan controles adecuados.
La vacunación contra el VPH es la estrategia más efectiva para reducir la incidencia del cáncer de cérvix . En Argentina, desde 2011 se aplica gratuitamente a niñas de 11 años y, desde 2017, también a niños. En 2024 se implementó un esquema de dosis única. No obstante, según la ginecóloga Verónica Fabiano, "la tasa de acceso es buena, pero la deserción alcanza el 30%".
El cáncer de cuello uterino suele ser asintomático en sus primeras etapas, por lo que los controles son fundamentales. A partir de los 25 años, se recomienda realizar el Papanicolau (PAP) anualmente. Desde los 30 años, también se indica el test de VPH, que permite detectar el virus antes de que provoque lesiones. Si el resultado es negativo, el test puede repetirse cada cinco años.
"El PAP ha reducido la incidencia de cáncer invasor en un 60 a 90% y la mortalidad en un 90%" , indica Mendaña. No obstante, los especialistas destacan la importancia de ampliar el acceso a la detección temprana para disminuir las desigualdades sanitarias entre provincias.
Los avances en inmunoterapia y radioterapia han mejorado las opciones de tratamiento, permitiendo aumentar las tasas de curación y reducir efectos secundarios. "Es fundamental garantizar el acceso a estas terapias en todo el país", concluye Mendaña.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Cuello Uterino, el 26 de marzo, los especialistas hacen un llamado a reforzar la prevención y el acceso a los controles ginecológicos para reducir la incidencia de esta enfermedad.