En diálogo con Radio Facundo Quiroga, el comisario general de la Policía del Chaco, Fernando Romero, reveló un dato clave que no había trascendido hasta el momento sobre el caso de abigeato que involucra al abogado Ricardo Osuna. Según relató, el abogado no solo robaba ganado para comercializarlo, sino que lo utilizaba para un fin específico dentro de su campo. "Lo que se presume, es que la subtracción era para hacerlas servir dentro del campo, y cuando nacen las crías, se les pone la marca propia", explicó. Este detalle es relevante, ya que marca una diferencia en el modus operandi habitual de los robos de ganado, que generalmente buscan la comercialización inmediata de la carne. En este caso, la estrategia de Osuna consistía en sustraer vacas madres y aprovechar la reproducción de las crías para, posteriormente, marcarlas con su propio hierro, lo que evidenciaría su responsabilidad en el robo.