El Gobierno nacional ajustó casi el 80% en las transferencias discrecionales a las provincias, algo de lo que el presidente Javier Milei siempre fue crítico, incluso antes de llegar a la Casa Rosada. Por eso, los gobernadores se vieron obligados a hacer sus propios recortes.
Según un informe de Politikón Chaco, entre enero y octubre las transferencias no automáticas al conjunto de provincias más CABA fueron de 1,1 billones de pesos, lo que representa un recorte de 76% en la comparación con el mismo período del año pasado.
"En relación con la situación por distrito subnacional, al analizar las transferencias en instancias pagadas, la CABA lidera concentrando el 41% del total distribuido, seguido por la provincia de Buenos Aires (31,3%) y muy lejos completa el podio Neuquén (3,0%)", señalaron.
"Las provincias han tenido un fenomenal ajuste en esta vía de los ingresos que en 2023 representaban en promedio un 10% de los ingresos totales del consolidado y este año no llegan siquiera a 3 por ciento. Las provincias que fueron mas beneficiadas en años previos (provincia de Buenos Aires, La Rioja, Chaco, entre otras) hoy están en el lote de las que más pérdidas tienen", explicó el director de la consultora, Alejandro Pegoraro.
Según cálculos de la consultora, el recorte en el gasto que hicieron los gobernadores se situó cerca del 20% hacia el tercer trimestre del año para algunas provincias. "Esta situación obligó a las provincias a dos cosas, en términos generales: suspender ejecución de programas presupuestarios (como obra pública); y/o (dependiendo el caso) reasignar partidas de su presupuesto para poder afrontar con recursos propios programas nacionales hoy extintos (ejemplo Fonid) que profundizó el ajuste en otras áreas", afirmó Pegoraro.