Don Hilario Cuadros fue el compositor y cantante mendocino que marcó de tal manera el folclore cuyano que en su honor, el día de su natalicio se transformó en el “Día de la Tonada”. Con sólo 54 años vividos, este artista dejó obras inmortales como “Bandera de Los Andes”, “Cochero e plaza”, “El niño y el canario”, “Flor de Guaymallén”, “Virgen de la Carrodilla” o “Los 60 granaderos”, que han atravesado ya muchas generaciones y hasta la actualidad siguen siendo elegidas por los nuevos intérpretes.


Con la exquisitez característica de los guitarristas cuyanos, Hilario Cuadros obtuvo un rápido éxito con su primer grupo, llamado “Guaymallén”, en los primeros años de la década del 30. Al poco tiempo esta formación derivó en el mítico conjunto “Los Trovadores de Cuyo”.

El día de su muerte, el 8 de diciembre de 1956, Atahualpa Yupanqui le dedicó un sentido homenaje difundido a través de Radio El Mundo, de Buenos Aires. “Se ha cortado el bordón de su guitarra cuando la paz del alma florecía. Cuando muere un cantor la tierra mía una canción junto al dolor amarra. Sombras de Guaymallén, anochecidas en las acequias, su dolor sollozan, mientras nombran los criollos de Mendoza al que pasó cantando por la vida." Todo esto significó don Hilario Cuadros y por eso su huella sigue tan vigente en cada cueca, en cada tonada.