El día después de que Johana González, de 30 años, fue hallada sin vida y desmembrada en la laguna de Villa Seitor, se realizó un nuevo allanamiento en el domicilio del único sospechoso detenido en la causa, Mario Barrientos. En el lugar, se secuestraron siete muestras con diferentes hisopos, de las cuales dos dieron positivo a sangre humana.

La sangre fue detectada en el interior del baño, entre el bidet y el inodoro, y una pared externa, según confirmó la fiscal de Investigación Penal N° 5 Especial en Temática de Violencia de Género, Nelia Velázquez.

En el caso de las muestras que resultaron negativas los profesionales de Química Legal de Imcif explicaron que pudo haber sido porque la zona de donde se tomaron fue limpiada o porque el material que quedó era escaso. Según explicaron esto se debe a que la técnica bluestar, utilizada para levantar las muestras, es muy sesible.

Del informe del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCiF) ahora se desprenderá unas pruebas de ADN para determinar si la sangre corresponde a Johana.

Los hechos
Johana González, de 30 años, fue buscada durante 10 días en el Gran Resistencia y finalmente encontrada sin vida en una laguna de Villa Seitor el pasado 1 de junio. La fiscal a cargo, Nelia Velázquez, había dicho a Diario Chaco que Mario Barrientos, único imputado, habría matado a la joven el mismo día de su desaparición.

Su madre reportó su ausencia el viernes 24, indicando que la vio por última vez la noche del martes 21. Las cámaras de seguridad mostraron a Barrientos sacando varias bolsas de su casa la madrugada del 22, lo cual sustenta la teoría de la fiscal.

En todo este proceso, dos testimonios fueron claves: el hermano de Johana, quien vio a Barrientos sucio el día de la desaparición, y una amiga de Johana, que corrigió su declaración inicial, señalando haberla visto por última vez el 17 de mayo. Este testimonio, junto con los videos de seguridad, impulsó los rastrillajes que llevaron al hallazgo del cuerpo.