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Eduardo Sotelo, propietario de SO&MAT, comentó al aire de Radio Facundo Quiroga que, si bien no es común en Chaco, muchas familias recurren al extintor en sus domicilios para salir del paso ante una emergencia ígnea. "Con un matafuegos de dos kilos alcanza, aunque si es en una casa de dos pisos pueden instalarse uno en cada planta. Son herramientas de fácil uso, hasta un niño de 12 años puede manipularlos. Solo deben estar en cumplimiento de las normas. Usualmente se colocan en lugares cercanos a puntos de posible incendio como la cocina, el baño o el tablero eléctrico. No reemplazan el accionar de profesionales como los bomberos, pero sí ayudan a detener desde su inicio lo que podría ser un incendio de grandes magnitudes", indicó.