El empresario gastronómico Jorge “Coqui” Di Raddo, dueño de “La Vaca Atada”, logró conmover a la ciudadanía chaqueña a través de un posteo de Facebook en el que relató la dolorosa experiencia que enfrentó hace pocos días, cuando una abuela entró a su local para pedir sobras. Coqui relató a Facundo Quiroga que notó “los ojos cansados de esta mujer y cuando estaba por darle unas cositas envueltas apareció mi hijo con una bandeja de guisito que había quedado”. Le dijo “tome señora para que caliente en su casa y la mujer se puso a llorar y nos hizo llorar a todos”, relató el comerciante, quien admitió haber recibido “un cachetazo de la realidad porque hay mucha gente que piensa que a la gente le va mal porque no labura, y esta señora nos contó que tiene 3 nietitos a cargo, el menor de 10 meses, y que salía todos los días a buscar changas porque la mamá de los chicos había caído en las drogas. “La mujer volvía a su casa sin nada, toda mojada porque había llovido, y se le iluminaron los ojos cuando vio la comida porque, según nos dijo, esa noche sus nietos iban a estar contentos porque iban a comer”. Di Raddo pidió al Gobierno acciones sociales más eficaces y consideración a los comercios que afrontan la crisis con una caída del 50% de las ventas. Finalmente reflexionó: “A qué extremo hemos llegado, en el que la felicidad de un niño se reduce a un plato de comida”.