Curitiba, Brasil, fue la sede de la primera edición de la Copa América, un torneo que reunió a los mejores equipos de la región. Las selecciones argentinas, tanto la masculina como la femenina, demostraron su talento y garra a lo largo de la competición, dejando una marca de dedicación y deportividad. A pesar de su destacada actuación, ambas delegaciones terminaron el torneo en la cuarta posición, a un paso del podio.
En la categoría femenina, Argentina compitió contra equipos de alto nivel como Brasil, Sesi, Apesblu y Venezuela. El equipo nacional mostró un gran desempeño, pero no fue suficiente para superar a sus rivales. El primer puesto fue para la selección de Brasil, seguida por Sesi y Apesblu. La participación de la chaqueña Milagros Suárez, jugadora de la Fundación Desocha, fue clave en el equipo y su desempeño fue notable, demostrando el potencial deportivo de la provincia.
La competencia masculina también fue intensa. Las selecciones de Argentina, Brasil, Venezuela y Costa Rica lucharon por el título. En un certamen donde el nivel fue muy parejo, la selección argentina logró un meritorio cuarto puesto. El campeón fue Brasil, seguido por Colombia y Venezuela, que completaron el podio. El equipo argentino demostró un gran espíritu de lucha y compañerismo en cada uno de los partidos.
A pesar de no haber alcanzado los primeros lugares, las selecciones argentinas se destacaron por su espíritu deportivo y su compromiso en cada uno de los encuentros. La participación en la Copa América es un gran paso para el crecimiento del deporte en el país, y un claro ejemplo de que se está trabajando para posicionar a Argentina en la élite del deporte regional.
El torneo fue un éxito y los organizadores se mostraron satisfechos con el desarrollo de la competición. Con el objetivo de seguir fomentando la actividad deportiva y la integración regional, se espera que en las próximas ediciones de la Copa América Argentina pueda mejorar su desempeño y lograr un lugar en el podio. Los jugadores y las jugadoras regresan a sus casas con la cabeza en alto y con la convicción de que tienen un gran futuro por delante.