El año 2025 presentó un clima marcado por eventos extremos, con dos olas de calor y una de frío que afectaron a gran parte del territorio argentino, según el reporte del Servicio Meteorológico Nacional. La temperatura media entre enero y octubre superó el promedio 1991-2020, ubicando a este período como el cuarto más cálido desde 1961.
Las olas de calor registradas durante el año generaron récords de temperaturas máximas y mínimas, con numerosos días superiores a los 40 °C, mientras que la única ola de frío afectó amplias zonas del país y dejó marcas históricas en las temperaturas mínimas. Estas variaciones extremas impactaron tanto en la vida cotidiana como en sectores productivos y económicos.
En cuanto a las precipitaciones, el país registró valores por encima del promedio climatológico, posicionando al período enero-octubre de 2025 como el 22° con más lluvias desde 1961 y la más alta de los últimos ocho años. Agosto fue especialmente notable por ser extremadamente lluvioso en la franja central, provocando récords diarios y mensuales y generando inundaciones en varias localidades.
En contraste, el noroeste de la Patagonia sufrió sequía durante el invierno, con escasas nevadas que también afectaron a Cuyo. Esta situación de déficit hídrico destacó por sus efectos en la agricultura y la disponibilidad de recursos hídricos en la región.
El reporte también señaló que las estaciones de Buenos Aires y Mendoza registraron durante el verano una mayor frecuencia de valores del índice ultravioleta en la categoría de riesgo extremadamente alto, un dato relevante para la salud pública y la prevención de daños solares. Los especialistas destacan que estos registros son monitoreados de forma constante desde hace más de 150 años y son fundamentales para la planificación y evaluación de distintos sectores de la economía y la sociedad.





