Lionel Messi jugará en los próximos días su segunda final del mundo con la Selección Argentina pero, tal vez, nada de eso sería posible sin la persona que le dio su primera oportunidad, hablamos de Salvador Aparicio.

Todo comenzó en la zona sur de la ciudad de Rosario, donde Messi dio sus primeros pasos dentro del futbol. Impulsado por su abuela, Celia Oliveira, fue al club Grandoli aunque no terminaban por tomarlo en cuenta porque apenas con 4 años era muy joven para jugar.

Sin embargo, su insistencia tuvo frutos cuando apareció Salvador Aparicio, quien nunca aceptó ser el 'descubridor' de Lionel, pero sí indica que fue "el primero en ponerlo en una cancha", eso es todo y aunque fue una simple acción, en el fútbol ha significado bastante.

Es así que se cruzó la historia de Lionel Messi y Salvador Aparicio, DT que ayudó a debutar a Messi, futbolista considerado hoy como uno de los mejores de la historia y con una enorme cantidad de títulos en su haber.

https://www.instagram.com/tv/CmKe70Cv9Et/?utm_source=ig_web_copy_link

Aparicio recuerda la historia, tanto de los hermanos de Messi jugando y como solía ver a 'Leo' en los alrededores pero sin mucha acción en el campo. Hasta que un día, ante la premura de no completar los jugadores para jugar, volteó a ver a la 'Pulga'.

Lo vio pateando un balón y le pidió a su mamá "que se lo prestará"; solo para completar el equipo, siendo una categoría más grande la que iba a la cancha, hubo dudas, pero finalmente accedieron.

Salvador Aparicio lo metió como 'bulto', solo para completar su equipo y poder jugar el partido; "La primera pelota le pasó por al lado y la miró. La segunda le fue a la zurda y empezó a gambetear a todos. De ahí, no lo saqué más", indicó el mismo Aparicio.

Sin embargo, desde entonces Aparicio y Grandoli ponían a Messi cada ocho días a jugar. Su gran habilidad y talento estaban comprobados ya, por lo que nunca más faltó. El resto, es historia.

Aparicio siempre se mostró sentimental, no se perdía ningún partido de Messi y cada que vez que lo veía gambetear se soltaba a llorar por el recuerdo que le saltaba; lamentablemente perdió la vida en 2008.